Al yoga se llega en la mayoría de las ocasiones con la intención de aliviar dolores, lesiones, ansiedad...en definitiva desarrollar bienestar físico y mental.
Así llegué yo también.

Los beneficios de este trabajo operan a niveles tan profundos en el cuerpo que desde el ámbito médico y terapeútico cada vez se recomienda más en diferentes patologías.

Es una práctica holística que nos aporta salud en muchos planos:
A nivel físico

• Nos hace más conscientes de nuestra postura y patrones corporales, de los ritmos y necesidades naturales del cuerpo para poder escucharlos y respetarlos.
• Fortalece y flexibiliza nuestro sistema musculo esquelético, previniendo lesiones, fracturas y todo tipo de dolencias articulares.
• Equilibra, oxigena y limpia órganos y tejidos beneficiando a todos nuestros sistemas; cardiovascular, linfático, endocrino, digestivo, inmunológico, respiratorio.

A nivel mental

• Nos regala equilibro para nuestro delicado sistema nervioso disminuyendo así el estrés.
• Aumenta la energía vital.
• Contribuye a poder dormir y descansar mejor.
• Favorece estados de calma y serenidad.
  

SIN EMBARGO EL YOGA ES MUCHO MÁS QUE UNA GIMNASIA PARA EL BIENESTAR CORPORAL

El término yoga significa “unión”, que proviene de la raíz sánscrita “yuj”. De manera que, más allá de proporcionarnos un cuerpo-mente saludable, esta ciencia milenaria, a través de un vasto sistema de técnicas, prácticas y conocimientos posee un objetivo mucho más elevado.

Nos propone todo un profundo viaje de autodescubrimiento y transformación que nos dirige hacia donde apuntan todas las tradiciones contemplativas, el poder liberarnos de las formas de sufrimiento creadas por la mente y así despertar a nuestra verdadera naturaleza. Reconocernos como parte creadora de dicha totalidad.

El Hatha yoga es el yoga de la fusión de los opuestos. Ha significa sol y tha luna.
A nivel más tangible y cotidiano, las sesiones van favoreciendo que la fortaleza y resistencia generada en nuestros músculos, también pueda derivar en entereza mental y que la flexibilidad en nuestras articulaciones se pueda convertir en capacidad de sostén y adaptación en los momentos de cambio e incertidumbre.

Toda la tecnología de ásanas, pranayamas y meditación se pone a nuestro servicio para aprender a cultivar una sensación de ecuanimidad que nos ofrezca estabilidad y la serenidad en medio de las turbulencias de la vida.

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